miércoles, 29 de abril de 2009

No sé qué título ponerle ¿Gripe puerca?

Hace un mes leí en El Universal la noticia sobre el terremoto que sacudió a Italia. "Pobres"- pensé-"Que bueno que no nos tocó aquí". Esa ha sido mi línea de pensamiento cada vez que me entero de una tragedia que acontece lejos de mi país. Ahora, está de más enfatizar mi asombro y angustia ante la epidemia que sí está ocurriendo aquí, en México, en la ciudad donde yo vivo.


Al igual que todos ustedes, tengo mucho miedo. Mi hermana menor está esperando un bebé (que ya le confirmaron es niña). No puedo evitar imaginarme en el mundo en que nacerá mi sobrina y todos los demás bebés del mundo. ¿Se habrá diezmado la población significativamente para entonces?




Anoche me encontraba abrumada entre pensamientos extrañamente lúcidos y otros enredados y tortuosos. Pensé en todas las catástrofes de la historia de las que tenía conocimiento, y recordé catástrofes personales. Imaginé a personas sufriendo por algún mal incontrolable que acechaba su población, y justo cuando llegué a vislumbrar el pánico ante esta epidemia, pude entender que tal vez alguien que esté leyendo esta noticia en otro lado del mundo, probablemente diga: "Pobre de México, pero que bueno que no es aquí”.


Pregunta más importante de la noche: ¿Por qué yo iba a ser especial?


Si en la Edad Media Europa perdió a las tres cuartas partes de su población a causa de la peste negra, si en la Segunda Guerra Mundial se perdieron millones de vidas, si en el terremoto del 85 miles de mexicanos murieron, ¿por qué coño me iba a librar de vivir una catástrofe en mi época, en mi momento de historia?, ¿Quién soy yo para tener el futuro asegurado? Soy sólo un ser humano que ahora está usando cubrebocas en la oficina, y aunque esto me recuerde la epidemia inminente que vivimos, disfruto mucho hablar a través de él, porque me recuerda a la caricatura del Hombre Araña cuando hablaba y se movía su máscara.

"Ningunoooo se escapaaaaa si-los a-tra-pas-con-tu-red-especial"
¡Cómo me gustaría cambiar el tema para hablar de caricaturas viejitas!

Cómo me gustaría postear lo que estaba preparando hace una semana sobre "las primeras veces que hacemos algo" pero no puedo sacarme de la cabeza que mi ciudad está en alerta roja.


Recordé que de niña tenía una fobia a los gérmenes y me lavaba las manos cada que abría una puerta. Mi mamá me decía que no era necesario mojar tan seguido mis manos, trató de ser paciente cuando la piel comenzaba a sangrar. Ahora, mi fobia es real, ya no es un miedo irracional el que me impulsa lavarme las manos a cada rato, sino mi instinto de supervivencia
.


No sé en qué acabe esto, pero sí sé que he vivido mis 30 añotes, que si algo me pasa, definitivamente no moriré joven y sin haber amado.

PD:
Honestamente espero que no cierren las oficinas donde trabajo, porque levantarme , vestirme y peinarme para venir a la oficina es lo que queda de la rutina que solíamos tener. Y eso me da cierta experiencia de que algo aún está normal.

Nota al pie:
Sí me tocó el terremoto del 85, estaba chiquita tenía siete años, pero para ese entonces ya me había mudado al Estado de México, sin embargo recuerdo el silencio y la dimensión de tristeza que circulaba por el aire. Mismo que ahora respiramos de manera desconfiada.

2 comentarios:

Zyyxx dijo...

los medios , q parece q te meten mensajes subliminales y en lugar de infromar, ponen histerica a la gente

Cotex Pérex Oxcar dijo...

Hola, sigo este blog por el vínculo con Satán (se oye macabro, pero es así) Pues sí, no hay nada asegurado, como estuve trabajando intensamente de repente el sábado de la semana pasada al entrar a leer varios medios me preguntaba de que chingado catarro marrano hablaban, coincidia mi idea con que era una nota tipo chupacabras pero cuando ya se empezó a hablar de la OMS y a cancelarse eventos vi que ya iba en serio. Pues esto es algo que ya está, como cuando se empezó a hablar del sida, yo estaba chavillo y me asustaba sin haber fornicado aun, pues, afortunadamente hay cura para la gripe puerca, la cosa es cuidarse, te dejo con un texto que me gusta de Omar Khayam y que es a propósito de tu post:
Renuncia a la recompensa que merecías. Sé feliz.

No te lamentes por nada. No anheles nada.

Lo que te ha de suceder,

escrito está en el Libro que hojea al azar el viento de la Eternidad.


Suerte y que todo vaya mejor para todos!