lunes, 24 de agosto de 2009

La regué

Hace cosa de una semana me llegó un correo de Blogs de México invitándome a unirme a su grupo. Me sentí emocionada de que alguien considerara este blog interesante, aunque sea uno, no importa, me conformo... ¡péguenme pero no me dejen!

...me exalté un poco.

Lo único que tenía que hacer era suscribirme a la página llenando una serie de datos.
Nombre: Maruchi.
Apellido:Coco.
Edad: old enough.

Ya, fuera de guasa, me dediqué a llenar los datos requeridos para que mi incipiente blog (ya me tiré mucho al suelo. No lo vuelvo a hacer) tuviera registro virtual en una página de ..dahhhh...blogs.

¿Y qué fue lo que hice?

LA CAGUÉ

Así es, la cagué en el dato más importante y no me di cuenta hasta que me llegó un correo de Blogs de México diciéndome: "Felicidades, tu blog: Marucho Coco se registró con éxito"....¿¿¿¿MARUCHOOOOOOO????

Sí, la imbécil de mí escribió mal el nombre del blog. Ahora, nadie me encontrará.
A menos que cometan el mismo error tipográfico que su servilleta, no veo que den con él.

Sin embargo, este error me hizo recapacitar y recordar cuando no era nadie y nadie se metía a leer mi blog...esperen .. todavía soy "nadien" y "nadien" se mete a leer mi Blog (rompí mi promesa de no tirarme al suelo, lo siento). A lo que voy con todo este desmadre verbal es que recordé la razón por la que realmente me animé a abrir este espacio. Y la razón era muy sencilla: "Disfrutar de mis pendejadas y hacer que otros las puedan disfrutar". No pido más.

Así que les invito a seguir leyendo mis pendejadas en este su espacio Maruchi (a veces Marucho) Coco.

martes, 18 de agosto de 2009

Yo sobreviví a la masacre del Sancho

Dicen por ahí que las emociones contenidas hacen daño y es necesario expulsarlas. Desde que abrí este espacio-blog, no he hecho más que escribir pura nimiedad; anécdotas insulsas y peripecias intranscendentes. Pero ahora, que sí me pasó algo importante, decidí callármelo por más de dos semanas.

Honestamente estaba esperando a que El Autor o TURBOPOP tomaran la iniciativa, ya que ellos también forman parte de esta anécdota, pero en vista de que ambos se hacen los desentendidos, me veo forzada a ser yo quien relate el suceso.

Era un viernes de quincena, y la tarde pintaba tranquila, a pesar de bullicio y el tráfico. TURBOPOP estaba con amigos de su chamba, en una cantina, celebrando la fiesta de despedida de uno de sus compañeros. TURBOPOP llamó a El Autor para que se uniera al desmadre, y El Autor me llamó a mí.

La cantina se prestaba para ahondar en temas filosóficos y metafísicos.

Inspirados en los borrachos y el grupito musical en vivo, surgió la siguiente conversación:

TURBOPOP: El viaje en el tiempo es una gran tontería, es absurdo. Deberían de dejar ese tema por la paz. No tiene sentido viajar al pasado para evitar un evento, porque si lo evitas, entonces ese viaje al pasado carece de sentido porque ya no habrá nada que evitar.




Maruchi: Viajar al pasado tendría sus consecuencias, y no hablo de las repercusiones en un nuevo futuro. Por ejemplo, imagina que yo por pura pinche curiosidad quiero viajar a la Europa medieval, si lo logro, lo más probable es que no sobreviva en ese lapso, ya que sería calificada como bruja por mis conocimientos del futuro o me vería atacada por la peste negra.

Grupo musical: “Te voy a hacer tus calzones… como los usa el ranchero"





TURBOPOP: Además, el viaje en el tiempo sería incontrolable, ¿cómo sabrías que vertiente tomar para viajar al pasado o futuro que deseas?



Maruchi: ¡Exacto! Tal vez nosotros llamamos tiempo a una continuidad, pero ¿qué tal si esa continuidad pertenece a algo más complejo que no alcanzamos a comprender?
El Autor: No digan mamadas.

Grupo musical: …”te los comienzo de lana… te los acabo….”

Voz extraña que nos interrumpió: “Órale hijos de su pinche madre, saquen todo lo que traigan.”




Volteé para ver de dónde salía esa voz extraña y descubrí que provenía de un tipo ñero que nos apuntaba con una pistola de Robocop. Mi instinto me dijo que estaban asaltando el restaurante.

“¡Al suelo!” – gritó otra voz.

Inmediatamente después, nos refugiamos debajo de la mesa. Éramos nueve cabrones hechos bolita y ocupando mucho espacio, al grado de que TURBOPOP no alcanzó lugar debajo de la mesa para poder refugiarse. Aprovechando que se había quedado fuera, le pedí a TURBOPOP que subiera mi bolsa a la mesa, para que los rateros no tuvieran que hacer contacto visual con nosotros, pero justo cuando la iba a subir, comenzó una balacera marca ACME. Cada que sonaba un plomazo, se me erizaban los pelos de la nuca. Fueron un chingo, no cesaban. De pronto, veo a un charco de sangre acercarse a mis pies debajo de la mesa.
Pensé que algún asaltante le había dado a alguno de nosotros.



“Ya, ya, ya, ya estuvo”- imploraba una voz.



“Es uno de los nuestros”- pensé.



TURBOPOP no cesaba de decir: Fuuuuck, fuuuuuck, fuuuuck, ¿por qué está pasando esto?





El Autor no cesaba de callar a TURBOPOP





Yo no cesaba de callar a El Autor porque éste callaba a TURBOPOP.




Otra serie de disparos dominó la atmósfera. “Estamos perdidos”- creo que eso fue lo que sentimos todos los que estábamos en el restaurante. Sin embargo, una vez terminados los disparos una voz dijo: “Llamen a una ambulancia, somos la policía.”

¿La policía? WTF

Así es, resulta que unos judiciales, de pura chiripa, estaban en la cantina cuando sucedió el asalto. Ellos fueron quienes gritaron: “al suelo”, porque no querían comensales lesionados. Mataron a un asaltante y otros dos los hirieron de gravedad. Uno de los rateros disparó al gerente en la mano y a un comensal en la frente ( No lo mató, sólo le rozó la bala).



Cuando salimos de nuestro refugio nos dimos cuenta de que la sangre que rodeaba nuestra mesa, pertenecía a dos de los asaltantes. Un alivio indescriptible recorrió mi alma, pues me di cuenta que ninguno de nosotros había salido herido como yo creía. Sin embargo una duda comenzó a inquietarme: “¿Cómo es que los rateros cayeron en frente de nuestra mesa?”

El Author: Lo que pasa es que los judas estaban atrás de nosotros y estos rateros en frente, en pocas palabras, nuestra mesa fue la línea de fuego…(elevando la mano)¡La justicia triunfó!

Maruchi: FUUUUUCK… con razón sentí los plomazos tan cerquita.

El Author: Ni me digas, yo los sentí en el hoyo.

Todos los comensales ahí presentes nos pasamos la ley antitabaco por los huevos. Después de lo que acabábamos de presenciar, todos, todos, todos necesitábamos un cigarro. Además, por cuestiones de peritaje, el ministerio público no nos dejaba salir del changarro.



Después del quinto cigarro, me encontraba más tranquila, tanto que pude ayudar a una señora a calmarse. La pobre mujer estaba apunto del shock.



Maruchi: Respira profundo





Señora: Bua …es que…bbbbbb….yo vvvvvviiii la pistola….ayyyyyy. Además, ayer también estuve apunto de perder la vida.



Maruchi: ¿En serio? ¡Vaya! Lo que es tener mala suerte. ¿Qué fue lo que le pasó?


Señora: Ayer a la hora de la comida me estaba ahogando con un cachito de chicharrón.

Maruchi: Señora…. No mame. (Era todo lo que podía decir)







Un comandante ordenó que todos nos sentáramos en las mesas tal y como estábamos antes del atraco. Ahí nos tienen, a Turbopop, a El Autor y a mí tratando de sentarnos en nuestra mesa, la cual estaba acordonada con cinta amarilla y rodeada por seis metros de sangre. Aún así, nos valió madre y nos sentamos, hasta ordenamos unas bebidas que iban a cuenta de la casa.

Llegó la hora de sacar del restaurante a los malandrines heridos. No sé si se murieron en urgencias o si sí la contaron. Pero si no la libraron, las últimas palabras que escucharon antes de morir fueron: “Mátenlos… malditos… hijos de puta”



“Consíguete un trabajo de verdad, hijo de puta” - Blasfemó Turbopop



“Déjenme partirle su madre” Agregó un amigo de Turbopop



“No mames, estuvo de huevos.”- comentó El Autor- “Sobrevivimos...la contamos”

Poco después entraron los judiciales. Les juro que nunca en la vida había aplaudido tan fuerte, ni siquiera cuando fui a ver El Hombre de la Mancha. Todos los ahí presentes no nos hartamos de aplaudirle a los judas. Eran nuestros héroes. Nos salvaron la vida. Aún así, el impacto de ver a un güey muerto y otros dos desangrándose a lado de nuestra mesa, fue bastante duro. Aunque fuera sangre derramada con justicia, pues, es mole.







¿Era la primera vez que viví un asalto?



No.



Hace más de un año me toco un secuestro Express en un pinche taxi pirata. Tal vez por eso pude mantener la sangre fría durante el intento de atraco al restaurante, eso y por los medicamentos psiquiátricos que me mantienen ecuánime.



Lo que sí me quedó claro es que cuando vuelva a ver una película de balazos y sangre, voy a saber que tan real se ve la sangre y que tan auténticos se escuchan los plomazos. Hasta ahora el que se lleva el primer lugar es, inevitablemente, Tarantino.



Un par de notas aclaratorias:



1. No publiqué fotos del atentado por que son de muy mal gusto, pero si les interesa echar un vistazo aquí está la noticia en el Universal http://www.el-universal.com.mx/notas/616263.html y una galeríad e fotos http://www.facebook.com/l.php?u=http%3A%2F%2Ffotos.eluniversal.com.mx%2Fcoleccion%2Fmuestra_fotogaleria.html%3Fidgal%3D7112&h=797be0ac25c2ae3f84dca771140c1459



2. Al igual que todos ustedes, hubiera deseado que este post lo redactara El Autor, pero nos tendremos que conformar con mi pobre estilo literario.








Chamacos Aguas con los viernes de quincena. Mejor es armar el reven en casita.

viernes, 14 de agosto de 2009

10 - La mujer perfecta

No soy feminista. Soy más bien humanista y creo en la igualdad de toda la raza. Pero ser mujer en la actualidad está más cabrón que cuando

Hace como un año recibí un mail cadena, que como pocos, era bastante bueno. Trataba de la protesta de una mujer en contra de las posturas del feminismo. Decía que nuestras abuelas la tuvieron más fácil porque sólo se dedicaron al hogar y no tenían que levantarse a las seis de la pinche mañana para ir al trabajo.

Otra ventaja que tenían nuestras abuelitas era que en su época estaba permitido echarse unos kilitos encima, pues el paradigma de belleza era una mujer chonchita con curvas. Así que no se traumaban por que apenas se les asomaba dos centímetros de lonja. Ahora, la moda es ir a comprar un vestido y esperar a que se te vea como al gancho, sin volumen y sin chichis ni nalgas. Yo honestamente protesto contra esto. Durante diez años fui un palillo, mido 1.76cm y en aquel entonces pesaba apenas 50k. Ahora peso diez kilos más, y me siento más a gusto con mi cuerpo; sin embargo, no faltan los comentarios de “Estás echando lonja”.

Las mujeres luchamos por ser tratadas igual que los hombres, insistimos hasta que nos permitieran ocupar puestos importantes en las empresas. Hasta hay revistas de “La mujer emprendedora”. Ahora, como lo comenté, tenemos que levantarnos temprano. ¿Desayunar huevitos con tu pan tostado? Ni madres, no te da tiempo más que para tomarte un café del Seven y a veces ni eso, porque no falta la cajera lenta o el cliente que está antes de ti y quiere pagar unos chicles con tarjeta.

Llegas a la oficina y empieza la chinga. ¿Pediste ser tratada como los hombres? ¿Pediste tener las mismas oportunidades? Pues lo justo es acatar con las mismas obligaciones...

PERO…

...sales del trabajo para llegar a tu casa con la intención de descansar. Estás tan exhausta que te quitas la ropa y la dejas en el piso porque no tienes la fuerza ni las ganas de guardarla en un gancho. Conforme pasan los días, un ente de ropa amorfo se empieza a gestar en tu recámara y en la sala. También los platos sucios se multiplican como por arte de magia y el baño se llena de sarro. Si no hay “doméstica” en la casa, ¿en quién deben recaer estas labores?, pues en la mujer de la casa. Pero ¿qué pasa si no las ejecutas? te conviertes en una fondonga.

Mi casa está hecha un vil desmadre, particularmente estas dos últimas semanas han sido complicadas, primero porque el viernes de quincena pasado, nos tocó ser víctimas de un atraco en un restaurante de Polanco. (Luego postearé algo que narre a detalle el robo) Hubo sangre y muertos, y a pesar de que logré mantener los nervios de acero, pues sí me afectó al grado de que he estado muy apática estos días. Por otro lado, el depa se inundó por segunda vez. Pero no crean que se trataba de un charquito, nooooooo. El agua caía como cascada desde el balcón. Sacar el agua fue un desmadre. Mi novio y yo nos fuimos a acostar hasta las 2 de la mañana.

Los entes de ropa que tengo regados por toda la casa han cobrado conciencia y me la hacen de pedo: “Hey Maruchi, no seas huevona, ya levanta tu pinche desmadre” a lo que yo les contesto: “¡Callaos !Si me Seguís jodiendo, os regalaré a los pobres”. Estoy cansada, todos los días llegó agotada a la casa, pero hoy me leyeron la cartilla. Hoy me echaron en cara que no tengo la casa como “debería”.

En resumen, la mujer actual debe ser económicamente independiente, si no trabajas te dicen mantenida. El marido te pichicatea el gasto y te dice que no gastes dinero en zapatos. Pero si eres mujer chambeadora, te gastas tu dinero en lo que te da la gana, además de apoyar con los gastos de la casa. Si no puedes pagar una doméstica, debes ser responsable del orden de la casa o al menos no hacer tanto desmadre. Y por último, para seguir sendo visualmente funcional debes de mantener una figura aceptable.

Hoy haré el “quihacer” a conciencia. Dejaré el depa rechinando de limpio. Pero después contrataré a una muchacha que me eche la mano, aunque sea que vaya un par de veces por semana, porque si yo no trabajara y tuviera TODO el tiempo disponible para hacerme cargo de la casa, la tendría al centavo, pero la situación económica actual nos exige que las mujeres también seamos proveedoras.

¿Alguien me puede recomendar una muchacha que sea honrada y eficiente?