miércoles, 4 de febrero de 2009

Mis espejuelos

Tuve un dilema en la semana. No sabía si comprarme unos lentes con armazón verde o rojo.

Todo empezó porque a unos lentes míos se les cayó el tornillito de una patita y la tuve que amarrar con un clip. El amarre que hice es ergonómico, es decir, me quedó chingón. Sin embargo quise hacer las cosas bien y los llevé a una óptica para que los arreglasen. En el ínter, estuve pendejeando armazones, cuando de pronto unos de color rojo saltaron a la vista. Eran hermosos. El precio...muuuy caros. Finalmente la chava que atendía el changarro me dijo que con el clip que le puse a mis lentes, le di en la madre al fierro donde embona el tornillo y que tenía que dejarlos. Me negué porque no puedo prescindir de mis lentes.


Tenía la cosquilla de comprarme unos lentes nuevos, a muchas chavas les gusta estrenar zapatos, a mí me emociona cual niña chiquita estrenar armazón (aunque los cambie cada cinco años). Esperé una señal divina, algún símbolo a interpretar que me indicara si era acertado o no comprarme mis lentes rojos.
Mi revelación llegó a modo de revista fashion, mientras me formaba en la cola para pagar el súper. Era Elton...ejemmm... Sir. Elton John, usando unos lentes rojos. Se le veían horribles, entonces dije: "Maruchi, esa es tu señal" "¿Quieres que se burlen de ti por traer unos lentes ridículos?" - "Sí, sí, sí"-me dije a mí misma.

Después vi unos lentes de armazón verde en otra revista ¡Se veían poca madre! Pensé que el verde es un color más discreto que el rojo, pero no tan aburrido como mis lentes de pasta negra y amarrados a lo pendejo con un clip.

Mi parte sensata ,que es el uno por ciento de mi personalidad, me dictó no obsesionarme con estrenar lentes, que los que tengo de pasta negra aún son funcionales y se ven a toda madre . Pero el 99 por ciento restante, que es el componente "Maruchi Coco" , me dijo; "Me vale madreees... quiero estrenar lentes."

Ayer fui a la óptica y al instante que entré recibí la revelación que me dictó comprarme lentes con armazón rojo.

Maruchi: ¿Tiene lentes con armazón verde?

Optometrista: No.

Maruchi: ¿Rojos?

Optometrista: .

Maruchi: Muéstremelos todos.


Estaba indecisa entre dos modelos. Cuando me encuentro ante este tipo de indecisiones lo resuelvo eligiendo el más barato, pero ambos costaban exactamente lo mismo. No tuve más remedio que usar la sabiduría del mantra : "De tin marín de do pingüé" (es enserio, así escogí mis lentes).


El paso siguiente fue hacerme el dichoso examen de la vista. Ahora con los aparatos modernos la miopía se puede detectar automáticamente, sin embargo en esta óptica aún tenían al tecnología de la época de Anton Van Leeuwenhoek , y estuve más de media hora escogiendo entre lentes graduados.

Pero nada importaba, porque dentro de una semana estrenaré lentes nuevos.

3 comentarios:

Dib dijo...

Yo me compré unos lentes que estaban bien chidos, sin armazon en los anteojos, con patitas de titanio y que pesaban una mini madre... pero me senté en ellos cuando salí de bañarme y ya no tuvieron reparación... snif.

Hattori dijo...

...Y así fue como me endrogué con unos lentes de 6 mil varos, cuando sólo iba a que le cambiaran la graduación a los que ya tenía, snif.



Pero el orgasmo mental obtenido de estrenar, nadie me lo quita.




Besos.

Anónimo dijo...

leyendo el de gym..... Que no anduviste con un mamer?!!! Bueno , tal vez era un mamer nerd que esos si te gustan. No se como se llama(aun qu eno lo mencionaria) , pero es de MS! :)

Te recomiendo evitar pelar con tus discutir en lugares publicos....