jueves, 2 de octubre de 2008

Toda historia tiene una historia back up

En junio sucedió algo que siempre me pasa cada año: fue mi cumpleaños. Pero lo nuevo de este evento fue que cumplí treinta...Meeeeerd!.. No sabía qué hacer. Nunca había cumplido trieinta antes. Afortunadamente la angustia se vio mitigada por una especie de salmonela que se manifestó exactamente el día de mi cumpleaños. Pero lo inevitable... es inevitable (chingón), enruquecí. Pero hay algo que pega más al llegar a los treinta, que perder el look de "chavita": Perder el tiempo.

Hace un par de días venía de comer junto con una amiga. Se nos hacía tarde para el trabajo. Y mientras mentaba madres a diestra y siniestra e intentaba volarme un semáforo, pero la cagué y quedé en medio de Mariano Escobedo, le comenté que este fin de semana se me fue groseramente rápido. Ambas llegamos a la conclusión que podría deberse a dos cosas:

1.- Me pasé de lanza durmiendo el fin. Sí, me levanté a las 6 para estar a las 7 en la escuela, pero ya una vez en casa, de las 3 a las 7 de la noche me aventé una mega jetota. Y el domingo también me eché un coyotito. Entonces, esa licuefacción temporal pudo deberse a que estuve inconsciente parte del fin.

2.- Entré más años cumples, te vueleves más responsable y tu vida se mide en resultados. Siempre esperas que pase algo, pero no la espera alentadora-poética-artística que da sentido a lo cotidiano a través de epifanías en el taco que te comes...NO... Ésta es otra espera que drena la energía y consta de ir de punto a - b all fucking day long:


  • Vas a la cama y esperas despertar para ir a la oficina.
  • Vas en el tráfico y esperas llegar a la oficina
  • Llegas a la puta oficina y esperas a que te contesten mails y contestas mails.
  • Esperas la hora de comida.
  • Estás en tu hora de comida y esperas regresar a terminar pendientes.
  • Estás en tu lugar esperando salir temprano.
  • Estás en tu lugar a las 8 pm (ya sabes que no saliste temprano) pero no te angustía, pues ni te diste cuenta que había pasado tanto tiempo.
  • Vas en la calle dirigiéndote al súper que está a 20 minutos, pero por el tráfico llegas en una hora.
  • Estás en el super esperando que la compra sea rápida.
  • Llegas a la caja y esperas que la cajera no sea nueva.
  • La cajera nueva te pregunta si tienes tarjeta de puntos. Tú le contestas que NO porque deseas irte de ahí lo más rápido posible.
  • Ves como la cajera ignora cobrar tus cosas y está como pendeja buscando algo. Lo encuentra y es otra tarjeta de puntos. Te la da y te recita una letanía de como pasar los puntos de esta compra a tu tarjeta original.
  • Sales del súper esperando que el tráfico haya bajado...Nel, Ahí sigue.
  • Llegas a tu casa agotadísimo. Tratas de pasar tiempo con tu gente así que te duermes lo más tarde que puedes.

Y se repite al día siguiente. Es por ello que el fin de semana es lo más valioso que tienes cuando cumples treinta. Y tratas de decidir sabiamente qué hacer con esos dos días sin chamba. El pedo es que el cansancio y estrés de la semana hacen estragos y decides aprovechar ese descanso en descansar (pleonastic time). Y se te va en chinga.

Antes medías el día en dos o tres cosas que tenías que hacer. Ir a la escuela, esperar el recreo y la hora de salida, ya una vez fuera, el día te pertenecía. Pero ahora mides todos los fragmentos del día, es por ello que el tiempo se acorta. Pues ya sabemos que no existe tal cual sino que es una medida para ordenar el universo. El tiempo se experimenta en sensación, es decír, lo sientes trascurrir. La modernidad del DVD me permite hacer una analogía de esta era: " Cuando somos adultos la vida se nos va en forwardazos (me vale madres que no exista esta palabra) como cuando vemos una movie en el DVD y nos da hueva la escena o ya la vimos y le damos al FW. Eso hacemos con el día a día. Le picamos forward a nuestra historia. Es sólo que aquí, a diferencia del DVD, no podemos darle al índice de capítulos para poder ver otra vez lo que te perdiste.


Pero siempre cuentas con una historia que supla la que no viviste en el día. Lo que no medimos y es sorprendente. Lo mágico-maravilloso (Me refiero al movimiento literario latinoamericano. No piensen en magicuentos). Momentos en los que nos detenemos a no sentir el tiempo. Y no hablo del vuelo de una mariposa, o de los pistilos en el aire, o del cálido sol dándonos en la jeta.... NO... Hablo de lo chuzco:


De la vez que estabas en el messenger y le mandaste a tu amiga "Gaby" un comentario burlándote de una visita que tenías en recepción y le escribiste: " Ese pendejo que se meta su antena por el culo jajaja" y volteaste a ver a tu amiga Gaby para ver qué te decía, pero no te dice nada y no se caga de la risa. Entonces, abriste tu ventana y te diste cuenta que se lo mandaste a otra Gaby que también trabaja ahí y que es una culera acusona.

De la vez que pediste una hamburguesa y te dieron puro pan y pepinillo.

De la vez que pediste una hamburguesa y te dieron carne de tumor.

De la vez que tenías pena en invitar a un cuate de la escuela a la fiesta de un chavo que no veías en años, y te rajaste y no le dijiste nada y que cuando entraste ahí estaba el chico que te dio pena invitar y te confesó que también planeaba invitarte a la misma fiesta... De que ahora que escribo esto veo que parece de prepa, pero pasó ahora en la Universidad.

De la vez que te dieron celos estúpidos por confundir un fonema.

De la vez que se cayó tu profesor de matemáticas por las escaleras y trataste de ayudarlo, pero al verle la suela rota del putazo, te reíste y no ayudaste en nada.

De cuando estornudaste enfrente del chico que te gustaba y se te salió un moco... y le cayó en su antebrazo.

De la vez que te pusieron 10 en tu colage de época chingón para tu escuela y vas a presumirle a tu tío tu obra de arte, que es fan de los 50 igual que tú , y de pronto te acuerdas que recortaste la portada del LP de Paul Anka y Neil Sedaka que te regaló el mismo tío hace cinco años junto con una historia del huevo que es conseguir esos discos.

De todas las veces que sentiste calientito cuando la cagaste... o como dice mi hermano ... cuando se te aflojó el títere, refiriéndose a cómo una marionieta se desarma cuando le sueltas los hilos... No al culo, pero si pensaron en eso, adelante. No voy a chingar con el clásico: "No sean mal pensados".











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